Todas las almas son luminosas en esencia, el problema es que
la intensidad de esa luminosidad es lo
que determina si estamos en el buen camino espiritual o no. Las mejores pistas
de estar en el camino correcto son
cuando nos sentimos mejor con nosotros mismos, dejamos de odiar, apenas nos
enfadamos, nos sentimos más equilibrados e incluso los demás pueden sentirnos
diferente.
Con la meditación
del cuerpo de luz buscamos despertar toda la luz que hay en tu interior
para que tu alma vaya cogiendo poco a
poco las riendas de tu vida y te ofrezca un camino espiritual mucho más feliz y más rico.
Y la meditación dice
así:
1. Preparativos:
como siempre este paso es fundamental. Busca un ambiente agradable y en el
que puedas estar muy tranquilo. Tómate
todo el tiempo que necesites para sentirte lo más a gusto posible en tu lugar de meditación.
2. Relajación: ahora
intenta relajarte todo lo que puedas. Respira profundamente tres veces. Escucha durante unos instantes los latidos de
tu corazón y siente que todo tu cuerpo PESA y se RELAJA. Recuerda que si te cuesta relajarte
puedes recurrir a la técnica que te recomendamos en este curso en la lección La relajación.
3. La luz dorada:
cuando te sientas preparado para comenzar, visualiza una luz dorada que
entra por encima de tu cabeza y va
perforándote hasta llegar a tu corazón. Ve visualizándola poco a poco, viendo cómo va penetrando en tu cuerpo
y trayéndote consigo una energía de paz y espiritualidad. El cosmos está
adentrándose en ti, así que tómate todo el tiempo que necesites para ser consciente de ello.
4. Tu corazón: a
continuación visualiza cómo la luz dorada llega al centro de corazón y allí
se enciende una hermosa llama de calor
de amor. Cuando se haya encendido visualiza como el calor del amor en forma de energía de color rosa
cubre por completo a modo de burbuja o escudo protector a tu corazón. Mientras
vas visualizando la energía rosa debes ser consciente en lo más profundo de tu interior de que estás
activando el amor universal dentro de ti. Si te ayuda puedes pensar en tus
seres queridos, en cómo los amas,...
5. Tu cuerpo de luz:
cuando te sientas preparado para seguir avanzando en la meditación debes visualizar como si la llama de tu corazón
diera a lugar a una fuerte explosión de luz que lanza millones de partículas de luz por todo tu
cuerpo desintegrando toda la oscuridad que pudiera haber en él. Esas partículas recorren todas
las partes de ti. Desde tus huesos hasta tu piel. Te traen una sensación renovada de ligereza y
optimismo. Además sientes un gran amor por todo y por todos. Vive la sensación durante todo el
rato que desees. Haz que la sensación sea tuya para siempre. Deja atrás los
pensamientos pesados y negativos y avanza hacia el amor universal.
6. Irradiando luz:
cuando desees avanzar, visualiza como esa luz que ha llenado hasta los
topes tu cuerpo es irradiada hacia
fuera, hacia tu campo áurico. Visualiza como puede ser percibida por los demás y cómo los demás pueden mejorar
también con ella. Mantén la visualización el
tiempo que desees.
Para salir de la
meditación no necesitas grandes esfuerzos. Respira profundamente tres veces
y abre los ojos. ¡Ya tienes tu cuerpo de
luz!
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